COMUNICADO No. 15 - 2013
PORQUE LA DIGNIDAD DE LOS TRABAJADORES NO SE VENDE, PORQUE LA LUCHA NO SE TRAICIONA… ¡NO A LA VIOLACIÓN DE NUESTROS ACUERDOS!
“Si no luchas, por lo menos ten la decencia de respetar a quienes sí lo hacen”… Esto decía el prócer Cubano José Martí, tal vez pensando en aquellos que suelen despreciar el poder de la fuerza de los trabajadores en movilización o en aquellos que con sus acciones oportunistas mancillan y pisotean los logros obtenidos con la lucha y la confrontación. Vale la pena, entonces, reflexionar sobre este asunto a propósito de lo sucedido en días pasados cuando se dio a conocer públicamente el acuerdo firmado entre la Universidad y algunos representantes de la organización sintraunicol.
El primer hecho claro es, que desde hace ya bastante rato, la dirección de esa organización ha venido asumiendo posiciones que distan bastante de lo que debe ser el accionar de una organización sindical consecuente con la clase trabajadora. Para el caso de la Universidad Nacional de Colombia esta situación se vio exacerbada desde que la dirección de esa organización decidió retirarse del Comité Pro-Mejora Salarial U.N. y, a renglón seguido, hacerle contrapeso a la propuesta presentada por este Comité, radicando ante la dirección de la Universidad una alocada y poco discutida propuesta de “nivelación salarial”. En segundo lugar, su decisión de presentar un pliego de peticiones a toda carrera mientras estábamos todos en vacaciones de fin de año, también ha generado entre los trabajadores serias dudas sobre el accionar sindical de esa organización. Un tercer elemento que muestra su necio y ligero proceder se da con sus manifestaciones públicas de no participar como organización en la Asamblea Permanente declarada por el grueso de los trabajadores el pasado 20 de febrero de 2013.
Ahora bien, dado el nivel de agudización que fue adquiriendo el conflicto en todas las sedes por la defensa de las peticiones presentadas por el Comité Pro Mejora Salarial U.N., la propia base de trabajadores de sintraunicol, de manera reiterada, les exigió a sus directivos el retiro inmediato de su pliego de peticiones, no solo por ser improcedente sino por haber sido presentado sin que sus afiliados lo conocieran, discutieran y aprobaran. Cuando para unas indiferentes directivas de una organización sus afiliados no son importantes se presenta lo que, evidentemente, se presentó y fue el desconocimiento, una vez más, de lo exigido por sus bases, pues continuaron negociando a espaldas de ellos y de los trabajadores que nos encontrábamos en Asamblea Permanente.
Hasta aquí son varias las situaciones a analizar. En primer lugar, durante los 27 días de Asamblea Permanente, el rector Mantilla, a la vez que dedicó todo su tiempo y esfuerzo a señalar una supuesta ilegalidad y minimización del Comité Pro-Mejora Salarial U.N., también manoseó y utilizó a sintraunicol a su antojo, tratando de manera infructuosa de hacer ver ante la comunidad y la opinión pública una supuesta división al interior de los trabajadores. Desgraciadamente para nuestro Rector, su pretensión de declararnos ilegales nunca prosperó debido a la fuerza de los trabajadores en todas las Sedes de la Universidad y fue tan evidente el manoseo que, en medio de la única manifestación de vergüenza, los propios dirigentes de sintraunicol, mediante una nota pública, tímidamente terminan exigiéndole al Rector retractarse de los comunicados expedidos por él y en donde les hace toda clase de reconocimientos y alabanzas. Todas estas acciones aunque fueron reconocidas por los trabajadores y consideradas como cotidianas y, en cierto modo, predecibles, fueron de lejos superadas con la firma del nefasto acuerdo firmado entre una camarilla patronal de directivas sindicales y el vicerrector Bula, el pasado 3 de abril.
En segundo lugar, cuando se firmaron los acuerdos que permitieron el levantamiento de la Asamblea Permanente quedó establecido que se pactarían entre dos partes plena y públicamente reconocidas: por un lado, el Comité Pro-Mejora Salarial U.N. y, por otro, la Universidad Nacional de Colombia, representada en la Mesa de Negociación por la Comisión delegada por el Consejo Superior Universitario; adicional a las partes, este Acuerdo lo suscribieron como garantes, los delegados de los Ministerios del Trabajo y de Educación. Esto quiere decir, que tanto para la opinión pública como para la comunidad universitaria, fue claro que las negociaciones que permitieron la solución del conflicto laboral en la Universidad Nacional de Colombia –manifestado contundentemente mediante la Asamblea Permanente de sus trabajadores–, se hicieron con la participación de representantes del Alto Gobierno pero, además, de cara al país.
En tercer lugar, por más de que las directivas universitarias quisieron hacer ver al Comité Pro-Mejora Salarial U.N. como una organización ilegal y no representativa, la fuerza de los hechos los obligó a darle el reconocimiento pleno a nuestro justo movimiento y a firmar dos acuerdos con nosotros. Lo anterior deja claro que el Acuerdo firmado para levantar la Asamblea Permanente que se desarrolló entre los meses de febrero y marzo de 2013, no solo es de obligatorio cumplimiento para las partes sino que debe ser respetado en toda su integridad y extensión, a pesar de ser conscientes de que varios de los puntos allí consignados causaron mucho escozor en la Administración, sobre todo el punto de quitarle la potestad al Rector de modificar la planta a su antojo y de devolverle esa competencia y decisión a la Comisión Nacional de Carrera, por lo que era previsible que la Administración intentaría, por todos los medios, dejar sin efecto lo pactado.
Lo que no esperábamos era que, nuevamente, se valieran de sintraunicol para intentarlo y mucho menos que estos dirigentes se prestaran para volver a traicionar a los trabajadores. En efecto, de la forma más vil, el pasado 3 de abril se firmó con representantes de esa organización, un acuerdo que modificó de manera arbitraria, lo pactado con el Comité Pro-Mejora Salarial U.N., en varios aspectos: en materia del bono que debía entregarse a los trabajadores como compensación por no obtener mejora salarial para el año 2013, decidieron por un lado, adelantar el pago creyendo que la medida caería muy bien entre los trabajadores y, por otro, subir el monto a girar pero con la clara intención de beneficiar a un grupo de mandos altos y medios, y de asesores, pero sobre todo para reencauchar a la desvencijada dirección de sintraunicol por “haberse portado tan bien” durante la Asamblea Permanente. Este hecho, de por sí infame, tiene además un agravante y es que durante la parte final de la negociación con el Comité Pro-Mejora Salarial U.N. siempre se adujo la imposibilidad de aumentar en un solo peso más el valor del bono solicitado, porque nuestra deficitaria Universidad “carecía de recursos”. Toda una falacia de la administración, pues queda claro que la Universidad sí tenía los recursos, pero los tenía destinados para el pago a los favores de una organización partronalista y para el sector mejor remunerado de la Universidad.
De lo anterior se desprenden varias cosas: lo primero es que esta camarilla sindical, sin haber movido un solo dedo y desconociendo el mandato de sus bases y por “haber sido tan leal con la administración” durante la Asamblea Permanente, recibe como “prebenda sindical” una bonificación que los trabajadores ya nos habíamos ganado, en buena parte, con nuestro esfuerzo y con el comprometido trabajo en la movilización. Segundo, que de manera mañosa y tendenciosa, y movidos por sus intereses meramente económicos, presentan su pírrica ganancia como un logro de lucha, pero olvidaron decir que esa lucha la habían dado los trabajadores que ellos estaban traicionando. Tercero, que el Vicerrector Bula y los representantes de sintraunicol, sin el menor asomo de vergüenza, decidieron sin ningún tipo de escrúpulos modificar un acuerdo que no les pertenece, enviando el mensaje adicional, en coro con el patrón, de que “es mejor no protestar ni luchar”, pues por las buenas es más cómodo y más seguro recoger las migajas que caen de la mesa, cuando la historia nos ha demostrado que solo con la lucha se consigue arrancar del patrón las justas reivindicaciones. Cuarto, que la administración pretende sentar un precedente para poder modificar Acuerdos debidamente pactados con el Comité Pro-Mejora Salarial U.N. cuando se les antoje; es decir, que si mañana pactan con sintraunicol la cacareada nivelación, nuestra propuesta de aumento también podría ser desechada de inmediato con el gozo y beneplácito nuevamente de asesores y directivos que, por vía directa, y como un favor de esa organización sindical, obtendrían un nuevo aumento sin merecerlo.
En conclusión, lo que hoy presenta sintraunicol como un enorme logro para los trabajadores, no es más que un desesperado intento por reencaucharse, inclusive desde las finanzas, pues del total girado por la Universidad, esa organización obtendría el 10% para sus arcas lo que sería descontado del bolsillo de los trabajadores, aunque para ello hubieran asaltado la dignidad y la lucha de quienes defendimos los postulados del Comité Pro-Mejora Salarial, todo esto perpetrado en contubernio con una administración revanchista que no está dispuesta a quedarse con el dolor de haber tenido que negociar mejores condiciones económicas y administrativas con el Comité Pro-Mejora Salarial, una organización que nunca pudo ni podrá manipular.
Ahora bien, para justificar sus arrogancias y tropelías, el Vicerrector Bula nuevamente utiliza el ya desgastado argumento de una supuesta pelea entre organizaciones de trabajadores, cuando en la realidad lo sucedido fue propiciado por él. Además, olvida el profesor Bula, que el Comité no es un Sindicato y que, por tanto, hacer esa afirmación para tratar de confundir a la opinión pública y a la comunidad universitaria, no pasa de ser una excusa siniestra para ocultar su plena responsabilidad al violentar los acuerdos firmados con el Comité Pro-Mejora Salarial U.N.
Para los trabajadores que luchamos por rescatar nuestra dignidad, por reivindicar nuestros derechos y por hacer respetar nuestro estamento, no puede producirnos menos que indignación y asco ver cómo una pequeña camarilla de traidores le vende el alma al diablo y al patrón, para lograr lo que nunca podrían por la vía de la movilización, pues para ellos es más fácil arrodillarse ante el patrón que luchar hombro a hombro con sus representados.
Para terminar, hacemos un llamado contundente a todos los Trabajadores en todas las Sedes de la Universidad a unificar esfuerzos para exigir a la administración que restituya la originalidad y las pretensiones de nuestro Acuerdo, y a mantener prendidas las alarmas ante cualquier intentona por parte de la administración por seguirlos violentando. Así mismo, invitamos a repudiar todas las tentativas movidas por intereses privados por parte de la junta directiva de sintraunicol y la administración de la Universidad, de violentar y de desconocer la justa lucha de los trabajadores agrupados en el Comité Pro-Mejora Salarial U.N. De la misma forma, convocamos a toda la Comunidad Universitaria y a la opinión pública en general, a reclamarle a la administración de la Universidad y, en particular, a la Vicerrectoría General en cabeza del profesor Jorge Iván Bula, que respete y honre los Acuerdos firmados, para evitar el recrudecimiento del conflicto laboral al que este irrespeto nos puede llevar, pues desde aquí creemos firmemente que esta actitud irresponsable y lo que se derive de ella, será única y exclusivamente responsabilidad del Vicerrector General de la Universidad Nacional de Colombia y de las directivas que secunden y avalen sus desafortunadas actuaciones, pero nunca de los trabajadores.
¡NO A LA VIOLACIÓN DE LOS ACUERDOS FIRMADOS CON EL COMITÉ PRO-MEJORA SALARIAL!
HORA CERO: 23 DE ABRIL DE 2013
¡LAS DIRECTIVAS UNIVERSITARIAS: ÚNICAS RESPONSABLES DEL CONFLICTO LABORAL!
¡LA DIGNIDAD DE LOS TRABAJADORES NO ESTÁ EN VENTA!
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